En París ya ha llegado el otoño: días entre sol y nubes, lluvia y los árboles cada día más dorados. Y ¡cómo se nota que los días ya no son tan largos, ¿verdad?!
Así que volvemos a hornear con ganas y uno de los postres que más nos gustan son las tartas de frutas, no sólo las tartas de manzana :o) Las tartas con ciruelas nos gustan mucho, quedan tan jugosas con el punto justo entre dulce y ácido para no ser un postre empalagoso.
La receta es sencilla pero el toque suave y especiado de los speculoos le sienta genial. Y con otro tipo de ciruelas también queda riquísima así que ya sabes, si te apetece hornear este fin de semana…
¡Feliz fin de semana a todos!
TARTA DE CIRUELAS “MIRABELLES” Y SPECULOOS
Para un molde redondo de 20 centímetros
Para la masa (usaremos una tercera parte de la cantidad*)
250g de harina
120g de mantequilla
1 pizca de sal
1 huevo
60g de azúcar glas
Para el relleno
60g de speculoos
60g de ricotta
1 huevo pequeño
450g de ciruelas mirabelles
1CS** de azúcar moreno
Para la masa
Empezaremos preparando la masa: mezclamos la harina con la pizca de sal y el azúcar glas. Añadimos la mantequilla en trocitos pequeños y mezclamos hasta obtener una textura arenosa. Añadimos el huevo y amasamos lo justo para integrar todos los ingredientes pero sin excedernos. Si fuese necesario añadimos unas gotas de agua fría. Envolvemos en papel film y reservamos en la nevera 30 minutos a 1 hora.
Para el relleno
Deshuesamos las ciruelas mirabeles y las reservamos en un bol grande con el azúcar moreno. Reservamos.
En el bol de la batidora trituramos los speculoos hasta que se transformen en polvo, añadimos el huevo y la ricotta y mezclamos bien para obtener una crema lisa. Reservamos.
Para armar la tarta, calentamos el horno con ventilador a 190º. Extendemos la masa con el rodillo sobre una superficie ligeramente enharinada y forramos un molde que habremos vaporizado con spray desmoldante para más seguridad.
Vertemos la crema de speculoos y la alisamos sobre la masa.
Vamos colocando las mirabeles con el corte por la parte de arriba.
Horneamos durante unos 35/40 minutos en la parte medio alta del horno, vigilando que no se queme la parte superior de la tarta.
Desmoldamos sobre una rejilla de repostería y podemos disfrutar fría o templada de esta maravilla de sabores y colores.
Bon profit!
Algunas informaciones útiles o no tan útiles
*Como no me gusta usar 1/3 parte de un huevo suelo preparar la cantidad completa de masa y congelar lo que me sobre en 2 porciones extra que me servirán en otro momento. Cuando tengo tiempo procuro congelar la masa en un molde dándole ya forma así se gana mucho tiempo para improvisar cualquier tarta.
**CS: Cuchara Sopera