En casa siempre nos ha gustado preparar mermeladas y conservas, no sólo para las tostadas del fin de semana o los yogures, pero también para poder cocinar sabores de otras temporadas a lo largo del año.

Las combinaciones dulce/salado nos gustan mucho y en varias ocasiones asamos el pollo con melocotón (gracias Marhya) o el cerdo con manzanas o el pato con naranjas. Y para ligar una salsa de guiso, una cuchara de mermelada también hace milagros :o)

Para la receta de hoy, opté por usar la última mermelada de naranja y mandarinas que nos quedaba del año pasado para combinarla con un delicioso lomo de cerdo, sencillamente asado al horno pero con un sabor espectacular. Y el olorcillo por todo el piso mientras se hace, es una promesa de lo más sabrosa :o) Esta vez usé mermelada de naranja pero podríamos usar mermelada de albaricoques o de prunas claudias con romero, que combinarían también de maravilla.

La receta se la dedico a Nani, su “Cuina Violeta” me enamoró a la primera foto y no me pude resistir después de la primera receta… Un blog delicado, con fotos increíbles y recetas clásicas y diferentes, de autor y muy personales (aquesta escudella per a dies rúfols…). 

Nani, moltes felicitats per aquest primer any i per molts més!!!

CERDO ASADO GLACEADO CON MERMELADA DE NARANJA

Para 2/3 personas

Un trozo de lomo de cerdo de unos 400g bien limpio de grasa y piel

1 cebolla morada grande

1CS* de salsa Worcestershire

1CS* de vinagre balsámico

El zumo de medio limón

75g de mermelada de naranja para la salsa+ 2 CS* para el glaceado

1cc* de aceite de oliva

Sal, pimienta

Untamos una fuente apta para horno con el aceite.

Salpimentamos el lomo de cerdo por todos sus lados y los pasamos por la fuente.

Pelamos la cebolla y la cortamos en lonchas finitas. Las repartimos en la fuente y colocamos por encima el lomo de cerdo.

Horneamos durante 15 minutos.

Mezclamos el zumo de limón con la salsa Worcestershire, el vinagre balsámico y 10 cl de agua filtrada.

Al cabo de los 15 minutos, le damos la vuelta al lomo de cerdo y lo rociamos con esta mezcla.

Horneamos 15 minutos más.

Volvemos a darle la vuelta al lomo, y mezclamos los 75g de mermelada de naranja con la salsita. Regamos el lomo con su salsa y horneamos 15 minutos más.

Sacamos del horno y con una brocha, glaceamos el lomo con la mermelada de naranja.

Volvemos a hornear 15 minutos más.

Sacamos del horno, tapamos con un papel de aluminio y un trapo y dejamos reposar 5 minutos antes de servir cortado en lonchas y decorado con la salsa de mermelada de naranja y cebolla morada.

Bon profit!

Algunas informaciones útiles o no tan útiles

*CS: Cuchara Sopera

Gracias a todos por preocuparnos por nosotros, estamos bien aunque nos llevamos un buen susto la noche del sábado cuando sobre las 4 de la mañana todo empezó a temblar y a moverse alrededor de nosotros. Y eso que vivimos a unos 100 kilómetros del epicentro del terremoto. Aunque creo que lo peor para mi fueron las réplicas a lo largo de la noche y del domingo, que a pesar de llegar muy atenuadas me han dejado con una sensación de temblor anclada en lo más profundo de mis huesos.

Ayer fue un día raro, viviendo como siempre pero parándonos a ratos porque nos parecía que todo estaba temblando, duraba escasos segundos y se paraba.

Así que para no pensar, hice lo que más me despeja la cabeza, me puse manos a la obra para preparar una receta especial para el concurso de platos con jamón de pato que organiza Dolorss de Blog de Cuina y patrocinado por Ebregust.com.

Es una receta sencilla, perfecta para aprovechar las patatas recién recolectadas: tiernitas, saben a avellana y la piel se puede comer para brindarnos todas sus vitaminas. Además asadas en el horno, no tardan más de 30 minutos en estar listas.

Es una manera distinta de comer jamón de pato, generalmente lo comemos más en ensaladas pero combinado con patata y asado fue una delicia, totalmente necesaria para recuperarnos. Y si buscáis otra recetas con pato, tal vez os interese el magret de pato gratinado con peladilla, el parmentier pato confitado, la ensalada templada de alubias y mollejas de pato, los muffins de mollejas de pato confitadas o mi receta favorita: ¡¡¡los canalons de confit de pato y mandarina!!!

Espere os guste :o)

BARQUITAS DE PATATA RELLENAS DE JAMÓN DE PATO

Para 3 personas

6 patatas, si son nuevas mejor

1 cebolla pequeña

150g de jamón de pato + 6 lonchas para la presentación

4CS* de perejil picado

1cc** de aceite de oliva

1CS* de parmesano rallado

Rúcula aliñada para acompañar

Sal

Pimienta negra

Calentamos el horno a 180º.

Con un cepillo, limpiamos las patatas hasta que ya no tengan tierra. Con la ayuda de una cuchara parisina o de un cuchilla pequeño, quitamos el corazón de la patata dejando como 1 cm por cada lado de patata.

Con la ayuda de una brocha, pasamos un poco de aceite de oliva por las patatas ahuecadas y las vamos colocando en una fuente. Horneamos durante 20 minutos.

Mientras se asan las patatas, ponemos a hervir agua y cocemos lo que hayamos quitado anteriormente de las patatas hasta que estén bien tiernas. Colamos conservando un poco de agua de cocción y reservamos.

Pelamos la cebolla y la rehogamos con el jamón de pato previamente picado muy fino, incluida su piel y la grasa. Doramos unos 5/10 minutos y colamos para quitar la grasa que haya ido soltando.

Con un tenedor, chafamos las patatas cocidas, añadimos el jamón de pato con la cebolla, el parmesano rallado y un poco de pimienta negra recién molida.

Rellenamos las patatas previamente asadas y volvemos a hornear 15 minutos más.

Preparamos los crujientes de jamón de pato, colocando las lonchas de pato en una sartén a fuego muy suave hasta que queden crujientes y bien doradas.

Para servir, colocamos la rúcula aliñada al gusto y las patatas asadas rellenas decoradas con un crujiente de jamón de pato.

Bon profit!

Algunas informaciones útiles o no tan útiles

*CS: Cuchara Sopera

**cc: cucharita de café

En casa, hace dos semanas, mi marido:

“Bueno, ahora que ya tienes la caja de luz montada, la cámara de fotos recién salida del taller, la cocina instalada, ¿cuándo vas a volver a participar en algún concurso?”

“Pues no sé, creo que al no estar en el territorio blablablá gastos de envío blablá…”

“Pero ¿vas a dejar de poner excusas y ponerte manos a la obra? Qué con una dirección de envío ya vale, y la Anna y la Esther ya están esperando paquetes y más paquetes. Y es que… ¡a mi me apetece volver a probar platos totalmente originales con ingredientes raros!”

Como fue él quien montó todo (yo soy totalmente incapaz de montar un mueble del IKEA, ni que sea una mesa LACK… pero si que después sé guardarlo todo de maravilla), me contagió su entusiasmo y aquí me tenéis participando al concurso que organizan Boffard (con esta receta ya gané un fabuloso premio de manos de esta marca el año pasado) y Paco de Lazy Blog.

La receta que os traigo es bien sencilla, ya conocéis mi pasión por transformar clásicos dulces en platos salados, y esta vez, no fueron gofres salados sino un crumble de pollo y calabacín, perfecto con su pollo tierno y su costra crujiente y aromática.

Como en la mini ciudad alejada del mundo donde vivimos me era imposible dar con queso Boffard, me decanté por un queso local que me pareció tener la misma filosofía, un Grana Padano con denominación de origen, típico de la región.

Espero os guste y animaros, que no sobraron ni unas miguitas :o)

CRUMBLE (SALADO) DE POLLO Y CALABACÍN

Para 3 personas

Para la base

240g de pechuga de pollo cortado en dados del tamaño de un bocado

1 diente de ajo

1 ramita de tomillo fresco

1 cebolla grande

2 calabacines medianos

100g de ricotta (o de nata líquida)

1cc* de aceite de oliva

Sal, pimienta

Nuez moscada

Para el crumble

30g de grana padano rallado (o de queso curado)

25g de margarina sin hidrogenar muy fría

35g de copos de avena grandes

25g de harina

1CS** de sésamo

Pimienta negra

Empezamos preparando la base. Pelamos el ajo y la cebolla en juliana fina y la doramos unos 5 minutos con una pizca de sal en el aceite caliente.

Añadimos el pollo a fuego vivo y lo dejamos dorar unos 5 minutos más.

Añadimos el calabacín limpio cortado en medias lunas de ½ cm de ancho y cocemos unos 5/6 minutos más hasta que estén al dente. Quitamos del fuego.

Añadimos la ricota y mezclamos bien. Reservamos.

En un bol grande, mezclamos los ingredientes del crumble, el grana padano, la harina, los copos de avena, la margarina, una pizquita de sal, el sésamo y una buena pizca de pimienta negra. Mezclamos para obtener una textura algo arenosa.

Calentamos el horno a 190º.

Repartimos el pollo salteado en 3 fuentes aptas para horno, espolvoreamos con la mezcla de crumble y horneamos 30 minutos.

Bon profit!

Algunas informaciones útiles o no tan útiles

*cc: cucharita de café

**CS: Cuchara Sopera