Aquí estamos de vuelta después de una larga pausa veraniega. No os penséis que estaba lejos del blog pero estoy trabajando en un nuevo proyecto y me está entreteniendo muchas horas del día (y de la noche…) pero espero poder compartirlo con vosotros muy pronto…
¿Qué tal os ha ido el verano? ¿Habéis pasado muuuuucho calor? ¿Comido cosas ricas? ¿Reído con amigos y familiares? Pues eso es lo que hemos vivido este verano y ya estamos esperando las Navidades para volver a casa ;o)
Para regresar a la rutina del blog, he pensado que una receta con calabacín y tomate sería bienvenida ya que estos días los huertos producen a más no poder estas dos maravillas del verano…
Esta es la receta número 1 de Polyanna para comer calabacín, dice que por lo menos así sabe a algo… a mi me gusta pasado por el horno pero ella dice que antes de hornearse está igual de rico. Así que lo dejo a vuestra elección.
Un detalle: las cantidades son aproximativas ya que dependiendo del tamaño de nuestros calabacines puede que tengamos que rellenarlos más o menos.
8 calabacines medianos (al poder ser con pocas semillas en el centro)
24 tomates cherry, cortados por la mitad
12 lonchas de chorizo cortadas por la mitad o 24 pequeñas si son lonchas pequeñas
24 bolitas de mozzarella cortadas por la mitad
Un poco de aceite de oliva para la plancha
Limpiamos los calabacines y los secamos bien. Los cortamos a lo largo por la mitad y con un poco de aceite les damos un golpe de plancha por ambos lados, unos 2 minutos para lado.
Mientras calentamos el horno a 185º con calor ventilado y forramos una bandeja de horno con papel vegetal. A medida que tenemos los calabacines pasados por la plancha, los vamos pasando a la bandeja del horno.
Cuando estén todos a punto, los horneamos unos 10-15 minutos para que estén tiernos pero sin estar muy blnaditos. Los sacamos del horno y los vamos rellenando alternando medio tomate cherry, chorizo, mozzarella y repitiendo hasta rellenar cada medio calabacín y agotar ingredientes. Podemos dejar los calabacines listos a este punto y reservarlos en la nevera unas horas si no conviene mejor.
Cuando estemos listos para comer, bastará hornear unos 10-12 minutos al horno caliente para fundir el queso y dorar ligeramente el chorizo.
Ya tenemos nuestros calabacines listos para disfrutar, con un toque de albahaca fresca.
Esta vez opté por un salmorejo pero light, sustituyendo pan y aceite por calabacines que están llegando en cantidad en la cesta de verduras. El calabacín aporta mucha textura sin dar sabor o aportar calorías lo que a las puertas de las vacaciones siempre puede ser una opción interesante.
¿Cuál es vuestra crema favorita en verano? Si buscáis ideas, seguro que algo encontraréis en el índice de cremas y sopas frías.
Pelamos el calabacín, lo cortamos en trocitos pequeños y lo cocemos al vapor o en el micro, en un bol tapado con papel film y agujereado.
En el bol americano, colocamos el ajo pelado y sin germen, el calabacín cocido, los tomates cortados en trozos y un poco de sal. Trituramos bien hasta que la textura esté lisa. Probamos y ajustamos de sal, añadimos el aceite y volvemos a batir bien.
Colamos por el chino para obtener una textura suave y reservamos en la nevera unas horas para que esté bien frío.
Servimos frío de la nevera, con un hilo de aceite, trocitos de jamón, huevo picado,… o chips de jamón como en la foto.
En casa seguimos con un ritmo de lo más acelerado y espero que esta semana poco a poco me pueda ir poniendo al día… Aunque no sé si lo conseguiré :o)
Este año, la primavera parisina ha sido clemente, casi demasiado calurosa… Con poca lluvia y muchos días de sol (relativo). Y aunque las ensaladas no apetezcan todo el año, ésta en concreto nos sabe a primavera y principios del verano cuando el sol inunda la cocina.
Es una de las ensaladas que más hemos preparado con Polyanna este y el pasado año, una sencilla y colorida combinación de fresas y tomates con una vinagreta balsámica.
Pasamos los cherry por agua y los secamos bien. Los cortamos por la mita y aliñamos con un poco de flor de sal. Dejamos reposar unos 15 minutos para que los tomates suelten su agua.
Mientras, pasamos las fresas por agua y las cortamos en 2 o 4 dependiendo de su tamaño, la gracia está que los bocados sean de tamaño parecido.
Las añadimos a los tomates, con el aceite y el vinagre y la menta y albahaca picadas muy finitas.
Mezclamos y dejamos macerar 5/10 minutos antes de servir.
JAJAJA Pues llegó el verano el miércoles y se fue ayer por la noche… Bueno por lo menos así nos sigue apeteciendo ir horneando aunque sea con más moderación.
En casa cuando llega el verano sólo nos apetecen tres cosas: cremas frías, helados & sorbetes, y… ¡tartas saladas! En el blog he dedicado un índice de recetas para cada una de estas categorías para daros algunas ideas :o)
La tarta de hoy es deliciosa, especialmente cuando los tomates cherrys están bien maduros y casi dulces. Con el toque crujiente de la masa de hojaldre y la suavidad de la mozzarella os puedo asegurar que en vuestra vasa también gustará seguro.
Es una receta que apenas da trabajo y que con un gazpacho y un trozo de sandía se transforma en una cena de semana. Así que os dejo con la receta y os deseo un muy ¡feliz fin de semana!
TARTA DE CHERRYS Y MOZZARRELLA
Para 4 personas
1 lámina de hojaldre
350g de tomates cherrys variados
12 bolitas de mozzarella (unos 125g)
60g de aceitunas sin hueso partidas por la mitad
Unas hojas de albahaca
En un papel absorbente, secamos bien las bolitas de mozzarella partidas por la mitad y los cherrys también cortados por la mitad.
Calentamos el horno a 185º con calor ventilado. Colocamos la masa en un molde adaptado (el mío era de 28cm) formando un borde con la masa excedente por los lados. Pinchamos el hojaldre con un tenedor y cubrimos con una hoja de papel vegetal, cubrimos con legumbre y horneamos en blanco unos 25 minutos, la masa tiene que tomar un poco de tono dorado ya.
Cuando esté lista, quitamos el papel vegetal y la legumbre y repartimos sobre la base de hojaldre los cherrys, las bolitas de mozzarella y las aceitunas. Terminamos con unas hojitas de albahaca.
Volvemos a meter en el horno, unos 15 minutos, el tiempo que la mozzarella se deshaga y servimos enseguida o esperamos a que se temple. Pero ojo que cuesta mucho porque huele que alimenta :o)