Cuando vinieron mis suegros y pedí a mi marido que yogures quería que vaya preparando me dijo que uno no podía faltar, era el de vainilla.

Se sorprendió tanto al saber que la receta no estaba en el blog que apenas los puse en la nevera se fue a sacar las fotos y aquí tenéis la receta, muy sencilla pero hay algunos puntos de tener en cuenta.

Lo primero es que es mejor olvidar la leche desnatada para esta receta, ya que es la grasa de la leche que va a captar el aroma de la vainilla y perfumar el yogur.

Después, mejor usar azúcar rubio o moreno, ya que realza el sabor de la vainilla de manera muy sutil.

Y claro, si podemos optar por una vainilla tipo Bourbon con mucho aroma, todavía mejor.

Ya veis, cosas sencillas pero si os animáis, tenéis el éxito asegurado con uno de los sabores más clásicos. Así que después de conocer el yogur favorito de mi suegro, aquí tenéis el yogur favorito de mi suegra y muchos otros más yogures aquí :o) Y todos los yogures del reto yogurtero aquí.

Feliz fin de semana a todos.

YOGUR DE VAINILLA

Para 8 yogures

1 yogur natural tipo Activia

1 l de leche entera

5CS* de azúcar rubio

1 vaina de vainilla de Madagascar

Mezclamos la leche con el azúcar rubio y la vaina de vainilla cortada longitudinalmente para rascar los granitos. Calentamos a fuego suave mezclando de vez en cuando y cuando empieza a hervir, cortamos el fuego, tapamos y dejamos enfriar unas horas.

Cuando la leche esté a temperatura ambiente, retiramos la vaina de vainilla.

Batimos el yogur y vamos añadiendo poco a poco la leche con sabor a vainilla.

Repartimos entre los potes de yogur, cerramos la yogurtera y la encendemos para unas 8/12 horas dependiendo de nuestras condiciones meteorológicas.

Reservamos en la nevera como mínimo 4 horas antes de poder probarlos.

Bon profit!

Algunas informaciones útiles o no tan útiles

*CS: Cuchara Sopera

Mis suegros ya están de camino a casa, la nuestra está patas arriba y el final del mes se me está echando encima sin que haya publicado la quinta entrega del “reto yogurtero” que me propuse a principios de año.

Después del yogur como un flan de coco, del yogur de speculoos, del yogur inspirado en un pastel de queso y del yogur de ron con pansas y mermelada de plátano y vainilla, aquí llega el yogur de leche condensada.

Es un yogur perfecto para todos los amantes de los yogures azucarados con una textura muy pero que muy firme, con un sabor suave y azucarado, obviamente. En casa es uno de nuestros favoritos, seguro que no es ningún invento pero para quien no lo haya probado, merece la pena probarlo.

Aprovecho esta entrada para daros algunos consejos para conseguir yogures caseros de buena calidad. Llegando en Italia, con el cambio de temperaturas, de leche, de yogur base,… tuve que ir repasando todos los puntos importantes para conseguir un yogur con textura firme y sabor suave, ya que las 3 primeras tandas fueron un desastre hasta adaptarme a las nuevas condiciones.

Así que ya que los tengo presentes, los comparto con vosotros. Lo primero, leche de buena calidad, lo que no significa cara pero no todas las leches dan resultados satisfactorios, lo he comprobado una y otra vez y es algo muy importante.

Después, el fermento base, definitivamente, no me paga la marca Activia pero no he dado con yogures base que den mejores resultados en cuanto a textura. Aquí en Italia probé 18 yogures diferentes porque el Activia italiano no se parece en nada al español, es muy cremoso y nada firme pero finalmente volví al Activia porque con otros yogures (incluso carísimos) el asunto no cuajaba correctamente.

Otra cosa importante, la temperatura de la leche. Es mejor si no sale directa de la nevera, pero tampoco es necesario calentarla. Si acaso la calentamos para derretir el azúcar por ejemplo, tendremos que esperar que vuelva a temperatura ambiente para evitar que se nos corten los yogures.

También es necesario mencionar la yogurtera en si, tiene que estar alejada de vibraciones y movimientos porque ralentizan o incluso impiden la fermentación.

Y finalmente, algo muy importante para jugar sobre la textura del yogur (más o menos firme), el tiempo de fermentación: si hace mucho frío en la cocina, o la yogurtera está entre corrientes de aire, mejor la abrigamos con unos paños de cocina y prolongamos la fermentación de una hora en una hora hasta encontrar el punto de firmeza que nos gusta en casa. Para daros una idea, en Barcelona solía dejar la yogurtera unos 8/9 horas y ahora para obtener la misma textura (y sabor) la dejo 12/13 horas, sin que se note en el resultado final.

Vamos que para el yogur casero perfecto, el secreto está en ir practicando y en cambiar una sola cosa entre tanda y tanda para averiguar de donde viene el problema.

Y para practicar, encontraréis aquí muchas más recetas de yogures caseros y todas las recetas del reto yogurtero están aquí.

Y paro de enrollarme, os dejo con la más sencilla de las recetas para un yogur azucarado de primera :o) Mis suegros no dejaron ni uno…

YOGUR DE LECHE CONDENSADA

Para 8 yogures

1 bote pequeño de leche condensada (397g ponía en el nuestro)

800ml de leche entera o semidesnatada

1 yogur natural

Batimos el yogur natural hasta que quede bien líquido.

Añadimos poco a poco la leche condensada y batimos bien para obtener una mezcla muy lisa.

Seguimos vertiendo la leche al mismo tiempo que mezclamos.

Repartimos la mezcla en los potecitos de yogur y los colocamos en la yogurtera para 8 – 12 horas dependiendo de las condiciones de cada hogar.

Reservamos en la nevera como mínimo 4 horas antes de poder probarlos.

Bon profit!

Hay que ver como pasan los días y las semanas que ya estamos aquí con la tercera receta del reto yogurtero que me puse para el blog este año: proponer una receta nueva de yogur cada mes para ayudar a todos los que tengan yogurtera en casa y no sepan como sacarle partido. Aquí ya encontraréis unas cuantas ideas pero aquí viene una receta de yogur tremendísima…

Si estás a dieta o buscas un yogur de lo más light, aléjate de esta receta ya que es un postre en sí, y no un yogur “con sabor a” :o)

Y para que se parezcan todavía más a un pastel de queso, para servir, en el último momento, lo decoramos con un Speculoos cortado en trocitos para un toque crujiente irresistible. Pero si te animas y preparas el mismo crujiente que para el pastel de queso ligero, la cosa se transforma en un postre exquisito.

Yo lo preparé con mermelada de fresas y cardamomo pero cualquier mermelada que os guste también puede servir. Casi es lo más complicado de la receta. Espero que os animéis y me lo contéis :o)

Y como siempre muchas más recetas de yogures caseros aquí y todas las recetas del reto yogurtero aquí.

YOGUR INSPIRADO EN UN PASTEL DE QUESO

Para 8 yogures

1 yogur natural tipo Activia

60g de azúcar

2 yemas de huevo

150g de queso fresco para untar tipo Philadelphia light

100g de crème fraîche

500ml de leche semidesnatada

8CS* de mermelada de fresa y cardamomo**

Batimos las 2 yemas de huevo con el azúcar hasta que la mezcla blanquee. Añadimos el queso fresco y batimos hasta tener una textura muy lisa.

Añadimos la crème fraîche y volvemos a mezclar bien.

Añadimos el yogur, mezclamos y añadimos la leche poco a poco, sin parar de mezclar.

Repartimos la mermelada de fresa y cardamomo en los potes de yogur y con cuidado completamos los potes con la preparación.

Dejamos 8 horas en la yogurtera y guardamos en la nevera por los menos 4 horas antes de servir.

Bon profit!

Algunas informaciones útiles o no tan útiles

*CS: Cuchara Sopera

** o de la mermelada que más te guste, en este caso te aconsejaría en cualquier caso una mermelada de frutos rojos o de frambuesas por ejemplo