Una de las recetas clásicas inglesas que más me llama la atención desde años son los bread and butter puddings, estos postres a base de pan de molde o de brioche y huevos batidos con leche o nata. Forman parte de mis recetas pendientes… pero cuando volvimos de vacaciones, con la nevera casi totalmente vacía excepto unos huevos, unas lonchas de pan de molde no de ayer sino de anteayer por lo menos, unas semillas abandonadas en la despensa y una calabaza potimarron del huerto de mi tía, no me lo pensé más y nos lanzamos en un bread pudding salado para variar de nuestro habitual flan de calabacín gratinado (bueno, habría sido un flan de calabaza pero bueno…).

Es de lo más sencillo de preparar y de lo más rico que hayamos probado… Nos gustó tanto que ya hemos repetido varias veces y seguro que la receta nos dará muchas ideas nuevas, en dulce como en salado.

Se prepara en unos minutos y después el horno trabaja solito… y la casa huele de maravilla Si no tienes este tipo de calabaza a mano (se pueden encontrar en muchas tiendas de productos ecológicos), puedes usar una calabaza butternut (las de cuello alto) por ejemplo que son más sencillas de encontrar en los mercados.

¿Has probado alguna vez bread and butter pudding? ¿Tienes alguna receta que me puedas aconsejar?

BREAD PUDDING DE CALABAZA POTIMARRON

para 3 personas

500g de calabaza potimarron (aproximadamente ¼ de potimarron si es grande)

350g de leche desnatada

3 huevos

3 lonchas de pan de molde integral con semillas

1CS* de pipas de calabaza

60g de queso rallado

Sal, pimienta

Nuez moscada

Calentamos el horno a 180º.

Cortamos la calabaza en lonchas finas, sin pelarla si es potimarron (se puede comer su piel perfectamente y da un saborcito a castaña que me encanta).

Cortamos cada loncha de pan de molde de manera a obtener 4 triángulos de mismo tamaño.

En una fuente apta para horno (o en 3 individuales) colocamos una loncha de calabaza o dos, un triángulo de pan, espolvoreamos con un poco de queso rallado, y volvemos a empezar hasta que se nos agoten los ingredientes.

Batimos los huevos con sal, pimienta y un poco de nuez moscada y le añadimos la leche batiendo muy bien.

Vertemos la mezcla sobre las fuentes (el pan tiene que quedar bien empapado, si no fuese así, vuelve a batir un huevo con 100g de leche y viértelo para completar las fuentes). Es importante procurar que el tamaño de la fuente sea lo más adaptado al tamaño de los ingredientes que contiene para que no necesitemos demasiado mezcla de leche y huevos, ya que la idea no es de tener una textura de flan sino de tener la suficiente cantidad de líquidos para que el pan de molde se impregne y quede tiernecito.

Repartimos las pipas de calabaza y horneamos durante 35/40 minutos hasta que tome un bonito tono dorado.

Ya tienes lista una sana y rica receta, con un toque original.

Con esta receta participo en el concurso Recetas caseras con pan de ayer que organiza El horno de María.

Bon profit!

Algunas informaciones útiles o no tan útiles

* CS: Cuchara Sopera