Para empezar el fin de semana, os traigo hoy otra idea que formó parte de las cestas navideñas que regalamos el año pasado para ir completando nuestro índice de recetas para regalar que podéis ver aquí.
En una de sus visitas, mis suegros nos regalaron Biscuits Roses de Reims en polvo. Les llamó la atención, ya que estas galletas me encantan y cada vez que puedo las regalo. Su color rosa tan bonito es perfecto para las princesas que todas somos :o)
Estas galletas siempre me traen buenos recuerdos, ya que los descubrí cuando me invitaron en una boda hace años cerca de Reims (una de las grandes ciudades del champagne en Francia) y me lo sirvieron con una copa de champán fresquito, la tradición para traer suerte y prosperidad a los novios es ir mojando estas deliciosas y vistosas galletas en champán… ¡menudos recuerdos me traen estas galletas!
Aquí son muy difíciles de encontrar y si viajas con ellas, la pega que tienen es que son muy frágiles y llegan picaditas en casa… lo que nos viene perfecto para la receta de hoy.
La receta venía en el paquete, yo no le puse colorante ya que no tenía a mano pero a pesar de esto me quedaron con un bonito color rosa. Supongo que con unas gotitas de colorante se puede obtener el mismísimo color que las galletas originales.
Lo que más me ha sorprendido de la receta es que a pesar de llevar galletas y azúcar no llega a ser extremadamente dulce y la textura es de lo más agradable en boca, muy diferente de la mayoría de galletas caseras.
Os animo a que preparéis la receta si veis biscuits roses de Reims, aunque si dais con ellas, supongo que el paquete no durará tanto como para hacer postres además de probarlas…
SABLÉS ROSAS DE BISCUITS ROSES DE REIMS
Para una buena cantidad de recetas
220g de harina
150g de mantequilla
45g de azúcar glas
40g de almendras en polvo
100g de Biscuits Roses de Reims en polvo (o sea 12 unidades)
1g de levadura tipo Royal
2 huevos
50g de Biscuits Roses de Reims en polvo (o sea 6 unidades) para espolvorear las galletas
Empezamos tamizando la harina con la levadura. Añadimos el azúcar glas, el polvo de biscuits roses de Reims, la almendra molida y la mantequilla cortada en trocitos.
Vamos juntando los ingredientes hasta obtener una textura parecida a arena.
Formamos un volcán y añadimos los huevos ligeramente batidos*. Amasamos bien hasta que todos los ingredientes se junten perfectamente y que la masa ya no se pegue. ¡¡¡¡Es imprescindible resistirse a la tentación de los 2 primeros minutos de echarle un poco más de harina!!!!
Formamos un bola que aplanamos ligeramente, lo envolvemos en papel film y lo dejamos en reposo en la nevera 2 horas como mínimo (en la receta original ponen 1 hora pero en casa la masa era demasiado blanda para poder manejarla).
Calentamos el horno a 200º.
Con un rodillo, dejamos una masa de un grosor de 4 mm aproximadamente y vamos recortando galletas que vamos colocando en una bandeja de horno forrada con papel vegetal (en casa horneamos 3 tandas).
Con un poco de agua sola pintamos la superficie de las galletas y espolvoreamos con el polvo de galletas sobrante.
Horneamos durante 10 minutos, vigilando que no tomen color.
Esperamos 5 minutos y los pasamos en una rejilla para que se acaben de enfriar.
Se conservan 3 a 4 semanas en una caja metálica hermética, pero tal vez más, si os podéis resistir.
Bon profit!
Algunas informaciones útiles o no tan útiles
*Si vamos a usar colorante rosa, lo añadiremos conjuntamente con los huevos batidos.