TOMATES “ANTIGUOS”+INSPIRACIÓN=TARTA SALADA DE LUJO: COBBLER DE TOMATE AL ESTILO MARTHA STEWART

Con el verano que ha durado más de lo habitual, seguro que muchos seguís disfrutando de tomates de la huerta familiar… Así que la receta de hoy seguro os vendrá de maravilla para disfrutarlos de una manera distinta.

La idea la descubrí hace muchos años mientras, aburrida, ojeaba la revista Martha Stewart Living en el Corte Inglés esperando a una amiga. Básicamente el cobbler es una masa entre crumble y brisa, que se hecha por encima del relleno en cucharadas grandes y que sabe a gloria, crujiente por fuera y tierno y esponjoso por dentro.

En los países anglosajones, la mayoría de cobblers son dulces pero esta versión salada, si la preparáis, veréis que nadie le pondrá mala cara y no sobrarán ni las migas… ¿Ya habéis preparado un cobbler dulce o salado?

COBBLER DE TOMATE AL ESTILO MARTHA STEWART

Para ¾ personas

Para la base

3 cebollas grandes

3 dientes de ajo

1CS* de harina bien llena

1cc** de aceite de oliva

1 kg de tomates maduros pero firmes (tomates de varios colores en mi caso)

Sal, pimienta blanca

Para el cobbler

130g de harina

1cc** de levadura tipo Royal

1 buena pizca de sal

60g de mantequilla bien fría

55g de queso gruyere rallado+ 1CS* para espolvorear el cobbler

175g de crème fraîche + 1CS* para pintar el cobbler

Para la base

Pelamos la cebolla y la cortamos en láminas más bien finitas. Pelamos el ajo y lo cortamos en lonchas finitas. Calentamos el aceite de oliva y doramos el ajo, entonces añadimos la cebolla y una buena pizca de sal y dejamos pochar a fuego medio fuerte hasta que quede confitada y caramelizada. Ajustamos de sal y pimienta y añadimos la harina mezclando bien. Dejamos templar.

Calentamos el horno a 200º con ventilador. Forramos la bandeja del horno con una hoja de silpat. Pasamos los tomates por agua y los secamos bien. Los cortamos en lonchas de algo más de medio centímetro y las vamos colocando en la bandeja del horno. Salpimentamos ligeramente y añadimos un hilo de aceite de oliva. Horneamos durante 30/35 minutos hasta que hayan soltado su agua y caramelicen ligeramente. Reservamos a temperatura ambiente.

Para el cobbler

Mezclamos la harina con la levadura y una buena pizca de sal. Añadimos la mantequilla cortada en trocitos y mezclamos hasta obtener una textura arenosa.

Añadimos el queso rallado y mezclamos bien. Con una espátula, añadimos la crème fraîche y mezclamos hasta obtener una masa compacta y que pega un poco a las manos. Reservamos en la nevera.

Calentamos el horno a 180º con calor ventilado. Untamos con un poco de aceite una fuente para horno y colocamos al fondo la cebolla confitada. Colocamos encima los tomates confitados y terminamos con el cobbler. Para ello, separaremos la masa en 8 porciones parecidas y les daremos una forma redonda. Iremos repartiendo el cobbler por los lados de la fuente, no pasa nada si no se tocan, en el horno al coger volumen se acabarán tocando.

Con una brocha pintamos las bolitas de cobbler con la crème fraîche que teníamos reservada y repartimos el queso rallado por encima.

Horneamos durante 50/55 minutos hasta que el cobbler esté bien dorado. Sacamos del horno y dejamos reposar unos 15/25 minutos para que la textura y los sabores se sienten.

Se come templado o a temperatura ambiente, ¡¡¡con igual satisfacción!!!

Bon profit!

Algunas informaciones útiles o no tan útiles

*CS: Cuchara Sopera

**cc: cucharita de café