El año pasado subí la manera en que preparamos el foie mi-cuit en casa. La receta de hoy es una manera de darles salida a unas sobras de foie pero con estilo (o sea no comiéndoselo a media mañana con un café con leche, que he visto a gente hacerlo…).
Concretamente, nosotros preparamos estas trufas de foie porque nos llegaron invitados sorpresa y no teníamos suficiente foie como para servirlo en lonchas, así que lo presentamos más como tapa.
Son unos bocados sencillos de preparar y además el contraste de sabores y texturas es muy agradable en boca, además, a nosotros nos gustó la pinta que tenían. Muchas veces servimos el foie mi-cuit con unas tostadas de pan de especias, el dulce le siente de maravilla al foie y el crujiente, ni os cuento.
Como siempre, la receta es incomparablemente más rica si se prepara con foie mi-cuit casero y con pan de especias casero pero depende del tiempo que tengamos por delante.
Con esta receta participo en el Concurso que organiza De buen comer y algo más, que nos invita a preparar recetas con un toque navideño. Como en casa no puede faltar foie gras para Navidades, este es nuestro aporte. Espero os guste.
TRUFAS DE FOIE MI-CUIT Y PAN DE ESPECIAS
para 8 trufas
Unos 160g de foie gras mi-cuit
100g de pan de especias
Flor de sal
Pimienta recién molida
Sacamos el foie de la nevera y lo dejamos a temperatura ambiente.
Calentamos a 180º el horno.
Empezamos cortando el pan de especias en lonchas finas y las colocamos sobre la bandeja del horno. Horneamos unos 20/25 hasta que se tuesten y queden crujientes.
Dejamos que se enfríen y las trituramos hasta obtener una textura de pan rallado algo grueso. Añadimos una pizca de flor de sal y un poco de pimienta recién molida.
Con la ayuda de dos cucharitas vamos formando bolitas con el foie y acabamos dándoles forma con las manos.
Los pasamos por el pan de especias rallado como si las estuviéramos rebozando y las reservamos en la nevera.
Para que estén muy crujientes, os aconsejo hacer el rebozado lo más tarde posible.
Presentamos con unos pintxos y los servimos fríos con una buena copa de vino dulce.
Bon profit!