Hoy empieza oficialmente el verano. Y para mí, la receta emblemática del verano sólo puede ser gazpacho. Cada uno tiene su propia receta de gazpacho, con sus cantidades secretas de ingredientes, sus ingredientes distintos, su aliño,… ¡Todos tenemos una!
Pero si hay una cosa que no me gusta en el gazpacho es echarle agua o cubitos de hielo porque es como echarle hielo a un buen vino ;o) Así que a lo largo de los años, buscando una manera de refrescar el gazpacho pero si aguarlo, acabé dando con la idea que la mejora opción sería refrescarlo con algo cuyo sabor combine con el del gazpacho. Y ¿qué más perfecto que el sabor a tomate? Así que primero probamos un “sofrito helado” pero me pareció demasiado duro y granizado. Después pensamos en el ingrediente mágico de los helados light caseros, el queso fresco. Y es la versión que comparto aquí con vosotros, un sorbete salado (no lleva ni una pizca de azúcar) de tomate, perfecto para refrescar cualquier gazpacho. Y de paso, os dejo mi receta 100% light de gazpacho, aunque muchos dirán que no es uno de verdad, lo sé, pero ¡también estamos aquí para cuidarnos!
Con esta receta participo en el evento de Chef Pimienta Rosa del mes de junio y ¡os deseo a todos un feliz verano!
GAZPACHO 100% LIGHT
CON SU SORBETE (SALADO) DE TOMATE
Y QUESO FRESCO
Para 6 personas
Para el sorbete
650g de tomate rama bien maduro
1cebolla grande
1cc* de aceite de oliva
200g de queso fresco 0% (uso el del Mercadona y es perfecto)
Sal, pimienta
Para el gazpacho light
6 tomates hermosos maduros
2 pimientos verdes
1 pepino grande
1 pimiento rojo
1 cebolleta tierna pequeña
2 dientes de ajo
4CS* de vinagre de Jerez
Sal
Para el sorbete
(es mejor y más cómodo si se prepara el día anterior)
Pelamos los tomates y les quitamos las pepitas.
Pelamos la cebolla y la cortamos en juliana fina.
Calentamos el aceite de oliva y doramos la cebolla unos 5/10 minutos.
Cuando estén, añadimos el tomate y salpimentamos al gusto.
Dejamos que se confiten y que se evapore todo el agua durante media hora. Tenemos que tener un sofrito de textura muy densa y de sabor muy concentrado.
Lo pasamos por la batidora y dejamos que se enfríe.
Cuando esté frío, añadimos el queso fresco y lo batimos muy bien.
Rectificamos el aliño si es preciso, tiene que estar bien aliñado ya que los alimentos helados siempre tienen menos sabor.
Lo ponemos en la sorbetera* y dejamos unos 30 minutos hasta obtener la textura que más nos guste.
Lo reservamos en el congelador.
Para el gazpacho
Pelamos los tomates y les quitamos las pepitas (yo sólo les quito la mitad de las pepitas ya que las pepitas contienen elementos muy valiosos para nuestra salud).
Pelamos el pepino y le quitamos las pepitas.
Pelamos el pimiento rojo que es más difícil de digerir.
Pelamos los dientes de ajo y la cebolleta tierna.
Cortamos el pimiento verde y le quitamos las pepitas.
Pasamos las verduras por agua y las cortamos en dados grandes.
Colocamos las hortalizas en el vaso americano de la batidora y le damos caña para obtener una textura muy lisa y homogénea.
Salpimentamos, le echamos el vinagre, volvemos a batir un par de segundos y ¡probamos! Porqué es muy importante que el punto de sal y de vinagre estén bien, o sea, al gusto de cada uno ;o)
Lo reservamos en la nevera.
Para servir
Servimos el gazpacho y lo decoramos con una bola de sorbete de tomate y queso fresco, decorando con unos daditos de pimientos rojo y verde.
Rematamos el asunto con un chorrito de aceite de oliva, nosotros usamos un aceite ecológico monovarietal de aceituna arbequina** que le dio un sabor increíble al plato a pesar de usar poquísima cantidad (1/2 cucharadita por comensal).
Bon profit!
Algunas informaciones útiles o no tan útiles
* Si no tenemos sorbetera, no pasa nada, lo ponemos en el cacharro de hacer cubitos de hielo y listo. La única diferencia será que no le podremos dar la misma forma.
** Os hablaré muy pronto de este aceite porque no ha dejado impresionados en casa.
