Un blog para compartir mis recetas favoritas, caseras, sanas y de primera calidad.
Como para muchos de vosotros, la primavera está llegando (bueno, también sé que para otros está llegando el otoño ;O)) y ya estoy pensando que pronto el horno me servirá de despensa… ¡porque en agosto es totalmente inhumano intentar hornear algo!
La receta de hoy es un pan rústico, de miga densa, perfecto para untar con tomate y un chorrito de aceite de oliva. Es increíble para acompañar salchichón y choricitos caseros (¡Gracias otra vez Ade!) y perfecto para untarlo con tartar de algas y aceitunas (¡gracias Yolanda!).
Es un pan sencillo de preparar, sin muchas complicaciones si tienes masa madre en casa y se conserva muy bien. Preparé una hogaza de aproximadamente kilo y medio (para dos personas) y nos duró una semana sin perder sabor ni textura, excepto el último trocito que se quedó un poco más seco (y tal vez porque lo dejé encima del horno encendido… ¡menudo despiste!).
Para cocerlo, opté por mi cocción favorita en cocotte como para nuestro pan de cada día a base de espelta. Muy pronto publicaré un paso a paso para preparar pan con masa madre en cocotte. Basta con verlo una vez para adoptar esta técnica ;O) … ¡pero necesito que alguien vaya sacando las fotos mientras tengo las manos en la masa!
Aquí os dejo la receta, perfecta para estos días donde apetece ir a comer al campo y llevarse un buen pan para untarlo con mil cosas. ¡Espero os guste!
EL PAN RÚSTICO QUE NOS GUSTA
(CON MASA MADRE)
Para un pan muy grande
250g de masa madre
500g de agua templada (a unos 40º)
125g de harina de centeno integral
125g de harina de espelta integral
125g de harina “bise” T80 (se puede usar también harina de fuerza)
380g de harina de fuerza
2cc** de sal fina
Diluir la masa madre con el agua templada.
Mezclar las harinas y añadirlas a la masa madre.
Mezclar bien para que no quede harina seca pero sin llegar a amasar.
Dejar esta mezcla en reposo 30 minutos en un lugar temperado, tapado con un paño limpio.
Al cabo de este tiempo, añadir la sal.
Amasar con mucha energía (yo usé un robot de la marca Kenwood: 3 minutos al 1, después 2 minutos al 2, después 2 minutos al 3) hasta que la masa tenga una consistencia suave y lisa pero no seca o sea que no se pega a las manos pero no es muy firme. Irá cogiendo textura durante el reposo.
Según el grado de humedad de la masa madre que empleas (la mía contiene muy poca agua), tal vez tengas que añadir menos agua o más harina para obtener la textura perfecta que te permita trabajarla.
Pon la masa en un bol grande untado con una unza de aceite, dále la vuelta a la masa por este bol para que este cubierta por una finísima capa de aceite y tapa con un trapo limpio y deja en reposo entre 3 y 6 horas en un lugar temperado hasta que haya doblado o más su volumen inicial.
Untar con un poco de aceite o con una hoja de teflón, una cazuela que vaya al horno con tapa. Colocar la masa dentro dándole forma y darle un par de cortes. Meter la tapa.
Hornear EN EL HORNO FRÍO a 240° durante 1 hora.
Cuando se acabe el tiempo, desmoldar y colocar sobre una rejilla para que se enfríe.
Esperar que el pan esté bien frío antes de cortarlo.
Bon profit!
Algunas informaciones útiles o no tan útiles
* cc: cucharita de café