Cuando publiqué hace un par de semanas la tarta de fresas y chantilly del Miquel, no sé si os fijasteis, pero usé limoncello para el almíbar. El limoncello es un licor de limón, muy típico en Italia que se suele usar mucho en recetas de repostería clásicas o bien fresquito en chupitos para acompañar los postres.
En casa, como más nos gusta el limoncello es combinado con fresas… Nos gusta tanto que la pasada primavera me decidí y preparé mermelada de fresa y limoncello… ¡un peligro! Ya sé que este año voy a repetirla porqué ya no nos queda ninguna y los fresones empiezan a estar a un precio adecuado para ir envasando mermelada ;o)
Si os gustan las mermeladas caseras, sólo os puedo decir que os animéis, pinchando aquí tendréis todos los consejos para conseguir unas mermeladas ideales. Claro que lo más difícil será decantarse por la mermelada de fresa y vino tinto, o la mermelada de fresa y ruibarbo o tal vez la mermelada de fresa y jengibre :o)
¡Feliz miércoles a todos!
MERMELADA DE FRESA Y LIMONCELLO (LICOR DE LIMÓN ITALIANO)
Para unos 6 botes
1,950kg de fresas preparadas (aproximadamente 2 kilos)
1,160kg de azúcar para mermelada
150ml de limoncello, un licor de limón italiano
La piel rallada de un limón ecológico
3 sobres de pectina para mermeladas
Empezamos triturando 450g de fresas para obtener un puré algo grueso. Mezclamos con los fresones sobrantes cortados por la mitad si son muy grandes, la piel de limón rallada y el azúcar.
Dejamos que el azúcar se funda un par de horas y mezclamos 2 o 3 veces durante este tiempo. (Lo podemos preparar de un día para otro dejándolo en la nevera, tapado con un papel film).
Vertemos esta mezcla en un caldero para mermeladas y ponemos a fuego vivo hasta que rompa a hervir.
Removemos constantemente para que la mermelada no se nos queme.
Dejamos cocer unos 7/8 minutos después del hervor y probamos el punto con la prueba del platito*. En este momento podemos añadir la pectina según las indicaciones del paquete si la vamos a usar.
Hervimos 2 minutos más y añadimos el limoncello. Damos otro hervor y podemos verter la mermelada todavía hirviendo en los potes previamente escaldados y los dejamos boca abajo.
Esperamos 48h antes de pasteurizar** la mermelada si no la vamos a consumir en unas semanas. Así duran varios años, ¡si no te las comes antes!
Bon profit!
Algunas informaciones útiles o no tan útiles
* La prueba del platito
Para saber más acerca de mermeladas y como conseguir que te salgan perfectas puedes pinchar aquí.
Ya sé que existen varios métodos serios para averiguar si la mermelada está lista o no. Pero a mí, la que más me gusta, es la que solía usar mi abuela: cuando se empieza a preparar la mermelada, se pone un platito en el congelador y cuando se quiera averiguar si la mermelada está en su punto, se vierten una o dos gotas de mermelada sobre el platito. Si se corren en el plato, hay que añadirle algún tiempo de cocción. Si se aguantan, esto significa que la mermelada está lista.
Pero nunca hay que olvidar que todas las frutas no “cuajan” de la misma manera, o sea que la mermelada de fresa nunca será naturalmente tan firme que la de plátano por ejemplo.
** Pasteurizar mermelada casera
Suelo usar menos azúcar en mis mermeladas que en las recetas clásicas. Para que me duren meses (¡e incluso años!) a pesar de esto, siempre las esterilizo. ¿Cómo? Es muy sencillo: en la olla presión, 5 minutos al 2. ¡Y ya está! Así las puedo conservar varios años: algunas que se habían escondido incluso me duraron 3 años (más la verdad es que no lo sé porque ¡¡¡nunca he tenido mermeladas que duren tanto!!!).