Por la mañana, entre semana, hay poco tiempo para aprovechar del desayuno, así que mayoritariamente comemos granola casero (versión light o no tan light) o blinis de masa madre.
Pero los fines de semana, siempre viene bien algo distinto, más festivo para empezar el día con buen pie. Entre nuestras opciones, el pan casero (y sus miles de posibilidades) suele ser la más cotizada pero, a veces nos apetece algo distinto y los pancakes y gofres de castaña aparecen.
Buscando ideas para unirme a la celebración de los 300 seguidores de ¿cuántas horas tiene el día? cuyo tema es ¿Qué desayunamos hoy?, me di cuenta que todavía no había subido al blog mi receta secreta de gofres.
¿Porqué receta secreta? Porque lleva un ingrediente que nunca he visto en ninguna receta de gofres y que le da un toque realmente sensacional: la harina de arroz. Esta harina, combinada con harina de trigo normal es sensacional para dar un toque de crujiente increíble por fuera mientras el interior del gofre queda esponjoso.
Y después tiene otro toque: no lleva ningún tipo de levadura ya que he usado masa madre, la misma cosa que uso para preparar pan. Esto nos pasa a los que tenemos una masa madre en casa, buscamos otras salidas para ella ;o)
Encontrar LA receta de gofres que nos imaginábamos me llevó mucho tiempo, fue como la de los blinis (con masa madre también). Así que me alegro mucho compartirla con vosotros porque ¡acabamos dando con ella!
Y tú, ¿desayunas lo mismo los fines de semana y entre semana? ¿Qué vas a desayunar mañana?
GOFRES CASEROS CON MASA MADRE
para unos 20 gofres
600g de masa madre
(no es necesario que el 100% de la masa sea activo con 60g activos es suficiente)
235g de leche semidesnatada
145g de harina de arroz
130g de harina normal
80g de mantequilla
3 huevos grandes
2CS** de sirope de agave o de azúcar con vainilla
½ cc* de sal
Para servir
Mermelada, salsa de chocolate, azúcar glacé… al gusto de cada uno
Derretimos la mantequilla a fuego suave y dejamos que se temple.
Diluimos la masa madre con la leche previamente templada.
Cuanto tenemos una masa muy lisa, añadimos las yemas y el sirope de agave (o el azúcar) y batimos muy bien.
Mezclamos las harinas y la sal y las añadimos a la mezcla. Batimos bien y acabamos vertiendo la mantequilla derretida.
Obtenemos una masa lisa y espesa, bastante densa.
La tapamos con un paño limpio y la dejamos en reposo a temperatura ambiente unas 2 o 3 horas***. La masa va a doblar su volumen, algo más, algo menos según su fuerza.
Cuando estemos a punto de empezar a cocer los gofres, batimos las claras a punto de nieve muy firme.
Añadimos las claras en 3 veces de la manera siguiente: vertemos 1/3 parte de las claras montadas en la masa y batimos muy bien, muy fuerte, sin preocuparnos de que las claras se nos bajen.
Después, añadimos otra 1/3 parte con suaves movimientos envolventes y cuando la masa ya esté más ligerita, añadimos el último 1/3 de claras montadas y acabamos de integrarlas en la masa.
La masa ya está lista, sólo falta cocer los gofres.
Calentamos la gofrera y usamos unas dos cucharadas bien grandes de masa por gofre. Dejamos que se cuezan unos 3 minutos, tienen que tener un tono ligeramente dorado.
A medida las vayas teniendo listas, las colocamos en una rejilla de repostería para que no se ablandezcan por la humedad.
¡Listas para servir! Cada uno las acompañará con lo que más le guste: azúcar glas para mí, salsa de chocolate para mi marido, sirope de arce para mi hermano, nada para Polyanna…
INFO CONGELADOR: Estos gofres se congelan fantásticamente bien. Cuando estén fríos, los colocamos en una bolsa de plástico, separándolos con papel vegetal. Cuando nos apetezca un gofre, bastará un par de minutos en el micro programa descongelar para tener un gofre casero calentito o un par de minutos en la tostadora si lo quieres todavía más crujiente ;o)
Bon profit!
Algunas informaciones útiles o no tan útiles
*cc: cucharita de café
**CS: cuchara sopera
*** Si preparamos la masa por la noche para la mañana siguiente, os aconsejo que la conservéis en la nevera y al día siguiente la salgáis de la nevera una hora antes de empezar a hacer los gofres.