Un blog para compartir mis recetas favoritas, caseras, sanas y de primera calidad.
Ya lo he comentado muchas veces, pero lo mejor que guardo de nuestra vida en Italia es lo que he aprendido acerca de su cocina, una cocina distinta de la que conocemos de los restaurantes… y qué podéis descubrir pinchando aquí o en el logo.
Entre otras cosas, nos enamoramos de los ñoquis caseros, que poco tienen que ver con los comprados. Si os da pereza o miedo darles forma, que sepáis que en la mayoría de tiendas de pasta en Italia sólo los cortan de un largo cordón de masa y salen igual de ricos.
En el blog ya tengo varios tipos de ñoquis: los de ricotta, los de calabaza, y hoy toca su versión más otoñal, unos ñoquis de ricotta para el toque ligero y de harina de castaña para la intensidad de sabores.
Me saben a otoño y además se congelan muy bien por lo que podéis preparar grandes cantidades y guardarlos, después es cuestión de hervirlos un pelín más tiempo.
Hoy volvemos a estar de puente así que os deseo un ¡muy feliz fin de semana a tod@s!
Un día como hoy hace…
… 1 año: Yogur de Pan de Especias
… 2 años: Crema de Lombarda con Sal de Speck
… 3 años: Nuestra Tarta de Manzana más Clásica
… 4 años: Tarta 100% Manzana y (Casi) Nada más
… 5 años: Coliflor gratinada con Bechamel & Picatostes de Chorizo
… 6 años: Acelgas a la Extremeña con Crumble de Jamón Ibérico
… 7 años: Solomillo relleno de orejones de Albaricoque & Manzana
ÑOQUIS DE RICOTTA Y CASTAÑA
CON RAGÚ DE TOMATE
Para 4 personas
Para los ñoquis
250g de ricota fresca escurrida de su agua
125g de harina de castaña
1 yema
1 puñado de harina normal para trabajar la masa
Sal, Pimienta
Para el ragú de tomate
3 tomates pera bien maduros
1 cebolla pequeña
1 zanahoria pequeña
1 ramita de apio
1cc* de miel
1 taza de vino blanco seco
1 ramita de romero
1cc* de aceite de oliva + 1 poco para servir
Para los ñoquis
En un bol grande, colocamos la ricota escurrida y la mezclamos bien para ablandarla con la yema con una espátula. Salpimentamos y tamizamos por encima la harina de castaña. Empezamos mezclando con la espátula y terminamos amasando ligeramente con las manos, añadiendo un poco más harina si fuera necesario. La masa tiene que poder manejarse pero cuanta menos harina tenga, más ligeros y sabrosos serán los ñoquis.
Envolvemos en un papel film y reservamos en la nevera por lo menos 30 minutos.
Pasado este tiempo, dividimos la masa en porciones y las trabajamos sobre la mesa de trabajo enharinada, dándole forma de rulo. Iremos cortando trocitos, a las que a su vez le daremos forma con un tenedor o con la ñoquera como os lo enseño aquí.
A medida, los vamos repartiendo sobre una bandeja espolvoreada con harina y dejando espacio entre ellos. Si los vamos a congelar, los pasamos directamente así en el congelador y cuando estén firmes podemos pasarlos en una bolsa de plástico bien cerrada.
Cuando queramos comerlos, los herviremos en abundante agua salada, removiendo un poco con cuidado de no romperlos y cuando salgan a la superficie (un par de minutos dependiendo de la cantidad) ya estarán listos para escurrir. El tiempo depende de si están congelados o no pero suele ser menos de 5 minutos incluso para los congelados. Con una espumadera los vamos pasando a medida que suben en la sartén donde tendremos el ragú preparado.
Para el ragú de tomate
Pelamos la cebolla y la zanahoria y las trituramos con el apio (incluidas las hojas) y el romero limpios hasta que queden en trocitos pequeños.
En una sartén grande, calentamos el aceite de oliva y doramos a fuego medio hasta que estén hechos y se seque el líquido que sueltan. Salamos ligeramente y añadimos el vino blanco, dejamos evaporar hasta que ya no quede líquido en la sartén y añadimos los tomates pelados y sin semillas cortados en dados pequeños. Tapamos y dejamos concentrar a fuego suave y con tapa unos 15/20 minutos. Al cabo de este tiempo, rectificamos con la miel y ajustamos de sal y pimienta al gusto.
Para servir
Cuando los ñoquis están cocidos, los vamos pasando en el ragú de tomate, mezclamos suavemente para envolver los ñoquis con la salsa, decoramos con un poco de romero y servimos, terminando con un poco de pimienta negra recién molida y un hilo de aceite de oliva.
Bon profit!
Algunas informaciones útiles o no tan útiles
*cc: cucharita de café