Un blog para compartir mis recetas favoritas, caseras, sanas y de primera calidad.
A mi marido le encantan las setas y este año parece ser que el bosque no se ha mostrado muy generoso. Bueno tampoco es que sea un gran “caçador de bolets” como lo llama Polyanna (eso más bien es mi padre :o)) pero este año me da que pocos habéis pillado muchas setas por los bosques.
Aun así, un domingo por la mañana fue a por setas y como tenía mis dudas, para endulzarle la vuelta a casa le preparé una de las versiones de las galletas de setas que tenía guardadas del blog de Sofía. Su receta original la podéis ver pinchando aquí.
Lo bueno es que llevan polvo de setas, de ceps en este caso, que les aporta un intenso sabor a setas pero sin necesidad de poner mucho. Os puedo decir que en casa volaron y como galletas dulces a media tarde.
Son buenísimas y pueden ser una alternativa original a las clásicas galletas de mantequilla o porque no, ¡una idea para rellenar vuestras cestas navideñas caseras!
¡Feliz fin de semana a tod@s!
Un día como hoy hace…
… 1 año: Conejo en Escabeche
… 2 años: Escudella de Bacalao
… 3 años: Caracolas de Calabaza & Canela
… 4 años: Yogur de Caramelo de Coco, Jengibre & Sésamo
… 5 años: Pintxo de Vieiras gratinadas con Chorizo y Guacamole de Guisantes
… 6 años: Vieiras ligeramente ahumadas & su puré de Castañas
… 7 años: Bocaditos de Bacalao & Patata
LAS GALLETAS DE SETAS DE SOFÍA
Para una buena cantidad de galletas
250g de harina
125g de mantequilla
65g de azúcar glas
½ huevo batido
1/2cc* de azúcar de vainilla
1CS** colmada de polvo de ceps
½ huevo batido para pintar
Empezamos mezclando la harina con el polvo de boletus y añadimos la mantequilla fría cortada en trocitos. Con las yemas de los dedos vamos formando grumos hasta obtener una textura arenosa.
Después añadimos el azúcar glas y el azúcar de vainilla, mezclamos y terminamos con ½ huevo batido. Amasamos par que todos los ingredientes se integren bien pero sin pasarnos, lo justo (no hay que olvidar que estas masas de mantequilla cuando se trabajan en exceso quedan duras después de la cocción).
Sobre una hoja de papel vegetal, estiramos la masa hasta un grosor de 3 mm (las hice algo más finas que Sofía, como en casa suelen gustar más las galletas de mantequilla dulces) y reservamos en la nevera mínimo 30 minutos o una noche, lo que mejor nos venga.
En el momento de cocer las galletas, calentamos el horno a 180º con calor ventilado. Cortamos las galletas y las vamos colocando en una bandeja de horno forrada con Silpat o papel vegetal. Con los recortes, volvemos a formar una bola, estiramos y seguimos hasta agotar la masa.
Horneamos unos 12 minutos, hasta que las galletas estén doradas, pero ya sabéis, cada horno es un mundo así que lo mejor es ir vigilando.
Cuando estén cocidas, las pasamos en una rejilla para que se enfríen y ¡a disfrutar!
Se guardan muy bien varios días en una lata hermética, por lo menos 10 días, creo que algo más pero en casa no llegaron a más :o)
Bon profit!
Algunas informaciones útiles o no tan útiles
*cc: cucharita de café
**CS: Cuchara Sopera